¡ RECLAMA LOS GASTOS DE LA HIPOTECA DE TU VIVIENDA !

Durante años, cuando alguien solicitaba un préstamo hipotecario, se enfrentaba a una serie de gastos adicionales como los aranceles de notario, registro, honorarios de gestoría, tasación e impuestos. Estos gastos, que se integraban en el proceso de formalización de la hipoteca, eran asumidos por los consumidores, aunque en realidad no existía una obligación legal clara para que así fuera. De hecho, se había convertido en una práctica común y aceptada, donde las entidades financieras, de manera un tanto engañosa y abusiva, transferían estos costos al consumidor.

Todo esto empezó a cambiar con una serie de decisiones judiciales clave. En julio de 2020, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea intervino para aclarar la situación. Declararon que, si se determinaba que una cláusula de gastos hipotecarios era nula, entonces debería ser el banco, y no el consumidor, quien asumiera estos gastos, a no ser que la legislación española especificara otra cosa. Esto marcó un hito importante, ya que abrió la puerta para que los consumidores comenzaran a reclamar estos gastos.

Además, desde marzo de 2019, con la entrada en vigor de la Ley de Contratos de Crédito Inmobiliario, se estableció una distribución más clara de quién debe abonar cada uno de los gastos relacionados con la hipoteca. Desde entonces, los gastos de notario, registro y gestoría deben ser abonados por el banco, salvo las copias de la escritura que el consumidor solicite para sí. La tasación del inmueble es un gasto que corresponde al cliente, y el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados, tras su modificación normativa, es responsabilidad de la entidad financiera.

Lo interesante aquí es que incluso si la hipoteca ya está cancelada, los consumidores tienen la posibilidad de reclamar estos gastos. La nulidad de una cláusula no tiene plazo para ser solicitada. Sin embargo, para reclamar las cantidades abonadas, se deben considerar ciertos plazos. Según el Tribunal Supremo, estos plazos no concluirían hasta, como mínimo, enero de 2024, aunque esto todavía está pendiente de una clarificación definitiva.

Para iniciar una reclamación, primero se debe declarar la nulidad de la cláusula que impone el pago de estos gastos, lo cual requiere un proceso judicial acompañado por un abogado y un procurador. La declaración de nulidad es esencial, ya que reconoce la actuación abusiva del banco y permite a los consumidores recuperar las cantidades pagadas indebidamente.

En cuanto a cómo se calculan estos gastos, es importante tener en cuenta que dependen del valor del bien hipotecado y del importe del préstamo. Por ejemplo, en un préstamo de 150.000 euros, los gastos suelen rondar los 1.000 euros, sin incluir impuestos. Estos gastos varían, por lo tanto, en función del valor e importes del préstamo hipotecario.

Esta situación representa un cambio significativo en la forma en que se manejan los gastos hipotecarios y ofrece a los consumidores una vía para recuperar gastos que históricamente habían sido impuestos de manera injusta.